9 de febrero de 2010

En favor de la Vida y la Familia.


La diócesis de Roma está celebrando la Semana de la Vida y la Familia, y el Papa ha señalado que la crisis afecta también a esta realidad.

Tras el rezo del ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Papa Benedicto XVI recordó a los peregrinos en la plaza de San Pedro que Italia celebraba la Jornada por la Vida bajo el lema: «La fuerza de la vida, un desafío en la pobreza». Además, también la diócesis de Roma desarrolla estos días la Semana de la Vida y la Familia. La jornada este año relaciona la crisis, la pobreza y las amenazas contra la vida, que en Occidente incluyen el aborto y la eutanasia y en otros países, la guerra y la violencia. «En el actual periodo de dificultad económica, se vuelven más dramáticos los mecanismos que, produciendo pobreza y creando fuertes desigualdades sociales, hieren y ofenden la vida, afectando sobre todo a los más débiles e indefensos», lamentó el Pontífice.

Ante estas situaciones, Benedicto XVI repitió su propuesta enunciada en su última encíclica de tema social, «Caritas in veritate», al pedir «un desarrollo humano integral para superar la indigencia y la necesidad». Puntualizó que la finalidad del hombre «no es el bienestar, sino Dios mismo, y que hay que defender la existencia humana y favorecerla en cada fase». Y añadió: «De hecho, nadie es dueño de su propia vida, por lo que todos estamos llamados a custodiarla y respetarla, desde el momento de la concepción, hasta su muerte natural», en una clara condena del aborto y de todo homicidio que se suma a 2000 años de tradición católica en ese sentido.

Del mismo modo, el martes pasado el Papa se refirió con más detalle al tema de la eutanasia y el dolor. «La eutanasia es una falsa solución al drama del sufrimiento, una solución que no es digna del hombre. La verdadera respuesta no puede ser, de hecho, dar muerte, no importa lo suave que sea, sino testificar el amor que ayuda a encarar el dolor y la agonía de una forma humana. Podemos estar seguros de una cosa: ninguna lágrima, ni de los que sufren, ni de los que les acompañan, se pierde ante Dios», afirmó, mientras Italia recuerda el fallecimiento, hace un año, de la joven enferma Eluana Englaro, a la que su familia retiró la alimentación. Las palabras del Papa fueron recibidas con aplausos por numerosos militantes de grupos pro vida congregados en la plaza.

2 comentarios:

Hesiquia dijo...

Un saludo Padre.
Recién hemos conocido su blog y hemos hecho un enlace en la sección correspondiente. Lo invitamos a conocer el blog Hesiquía sobre temática monástica.

Un saludo fraterno en el amor de Cristo

Anónimo dijo...

Que Dios nos guarde a Benedicto XVI muchos años. Todos los cristianos o no cristianos en favor de la vida y la familia. Felicidades por su blog Padre Norberto.