26 de octubre de 2013

Gracias Senhora de Fátima.




Recién llegado de tierras portuguesas, solo tengo palabras de agradecimiento a Nuestra Señora del Rosario, por los momentos vividos en esta VI Peregrinación a su Santuario de Fátima. 
Gracias Señora una vez más, por la convivencia, la amistad, la fraternidad y el buen humor durante todos estos días. Que a partir de ahora, se noten los frutos de haber sentido tu presencia maternal en el trato con los hermanos.

Una canción para el Papa.

No te enojes...


13 de octubre de 2013

Amor que vence la muerte.





Beata Sor Lorenza Díaz Bolaños, mártir.


Hoy, 13 de octubre, cerca de 500 mártires de la guerra civil española han sido beatificados en Tarragona, entre ellos, quien ha pasado a ser la primera mujer canaria beata, Sor Lorenza Díaz Bolaños (Santa María de Guía, Gran Canaria, 10 de agosto de 1896 - Madrid, 17 de noviembre de 1936), religiosa Hija de la Caridad. Esta beatificación ha sido una bendición para nuestra diócesis y para todo el pueblo canario. Sor Lorenza, que dedicó su vida a los enfermos y derramó su sangre por Cristo, ya es venerada como testigo de la fe y del amor.

El Papa consagra el mundo a la Virgen de Fátima.





Bienaventurada María, Virgen de Fátima,
con renovada gratitud por tu presencia materna
unimos nuestra voz a la de todas las generaciones
que te llaman bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios,
que nunca se cansa de inclinarse
con misericordia sobre la humanidad afligida por el mal
y herida por el pecado, para sanarla y salvarla.
Acoge con benevolencia de madre
el acto por el que nos ponemos hoy bajo tu protección
con confianza, ante esta tú imagen
tan querida por todos nosotros.

Estamos seguros que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos
y que nada te es ajeno de todo lo que habita en nuestros corazones.
Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada
y recibimos la caricia consoladora de tu sonrisa.

Proteje nuestra vida entre tus brazos:
bendice y refuerza cada deseo de bien; reaviva y alimenta la fe;
sostén e ilumina la esperanza; suscita y anima la caridad;
guíanos a todos nosotros en el camino de la santidad.

Enséñanos tu mismo amor de predilección
hacia los pequeños y los pobres,
hacia los excluidos y los que sufren,
por los pecadores y por los que tienen el corazón perdido:
reúne a todos bajo tu protección
y a todos entrégales a tu Hijo dilecto
el Señor Nuestro, Jesús. Amén.