24 de octubre de 2012

16 de octubre de 2012

Bajo tu amparo...




Bajo tu amparo, nos acogemos, 
Santa Madre de Dios, 
nos desoigas la oración 
de tus hijos necesitados, 
líbranos de todo peligro, 
¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!. 



15 de octubre de 2012

15 de octubre: Santa Teresa de Jesús.






Ya toda me entregué y di,
y de tal suerte he trocado,
que mi Amado es para mí
y yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó herida,
en los brazos del amor
mi alma quedó rendida;
y, cobrando nueva vida,
de tal manera he trocado,
que mi Amado es para mí
y yo soy para mi Amado.

Hirióme con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedó hecha
una con su Criador;
Ya yo no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí
y yo soy para mi Amado.

12 de octubre de 2012

María, Pilar de nuestra Fe.




Según cuentan las crónicas, por el año 40 de nuestra era, el Apóstol Santiago el Mayor, hermano del apóstol Juan e hijo de Zebedeo, predicaba en España. Estas tierras, aún no habían recibido el Evangelio, por lo que se encontraban atadas al paganismo y la misión de Santiago no parecía dar fruto. Santiago, desalentado, obtuvo la bendición de la Santísima Virgen para su misión con su venida en carne mortal.
Era la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando “oyó voces de ángeles que cantaban “Ave, María, gratia plena” y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol”. La Santísima Virgen, que aún vivía en este mundo, le pidió al Apóstol Santiago que se le construyese allí una templo, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie, y prometió que “permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio”.
Muchos historiadores e investigadores defienden esta tradición y aducen que hay una serie de monumentos y testimonios que demuestran la existencia de una iglesia dedicada a la Virgen de Zaragoza. El más antiguo de estos testimonios es el famoso sarcófago de Santa Engracia, que se conserva en Zaragoza desde el siglo IV, cuando la santa fue martirizada. El sarcófago representa, en un bajo relieve, el descenso de la Virgen de los cielos para aparecerse al Apóstol Santiago.
La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como “una antigua y piadosa creencia”.
En 1438 se escribió un Libro de milagros atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al fomento de la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el católico dijo: “creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado a la Sta.y Purísima Virgen y Madre de Dios, Santa María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros”.
La tradición habla del gran milagro del "Cojo de Calanda", ocurrido en el año 1640. Se trata de un hombre joven, Miguel Juan Pellicer, a quien le amputaron una pierna tras ser arrollada por un carruaje. Una noche, años más tarde, sobre las diez u once  de la noche del 29 de marzo de 1640, mientras dormía en casa de sus padres, y soñaba que visitaba a la Virgen del Pilar, en cuyas puertas pedía limosna diariamente, la pierna volvió a su sitio milagrosamente. Era la misma pierna que le habían amputado y que habían enterrado a varios kilómetros de distancia. Miles de personas fueron testigos de este hecho extraordinario. En la pared derecha de la basílica hay un cuadro recordando este milagro, único en la historia. El mismo Vittorio Messori, en su libro "El Gran Milagro", cuya lectura recomiendo, recoge la investigación que realizó hace varios años sobre este milagro de la Virgen del Pilar en la persona del joven campesino aragonés del pueblo de Calanda, Miguel Juan Pellicer.
El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen del Pilar, pero ya desde siglos antes, en todas las iglesias de España y entre los pueblos sujetos al rey Fernando el católico, se celebraba la dicha de haber tenido a la Madre de Dios en su región, cuando todavía vivía en carne mortal.

11 de octubre de 2012

Santa Soledad Torres Acosta



Fundadora de la Congregación de Siervas de María, ministras de los enfermos, María Soledad Torres Acosta, nació en Madrid, el 2 de diciembre de 1826, y allí también murió el 11 de octubre de 1887 a la edad de 61 años. 

Alabado sea Dios que suscita en las almas la caridad. Que por intercesión de Santa María Soledad  siempre hayan almas que se dediquen a los enfermos. 

En la actualidad las Siervas de María son unas 2380 religiosas de varias nacionalidades, con 126 casas repartidas por todo el mundo. 

Beatificada por Pío XII, el 5 de febrero de 1950, fue canonizada por Pablo VI, el 25 de enero de 1970.

Comienza el Año de la Fe.


Un loco del siglo XX que vivió enamorado...



El pasado 6 de octubre, se cumplieron diez años (6 de octubre de 2002) de la canonización de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei y cinco (6 de octubre de 2007) de la celebración de mi Primera Misa de Acción de Gracias tras mi Ordenación Sacerdotal.

Como desde hace varios días, por problemas técnicos, no he podido tener acceso a este espacio, el video que queria compartir entonces por este décimo aniversario de la canonización, lo comparto hoy. Espero que os guste y os ayude a vivir como locos... como locos de amor...

3 de octubre de 2012

Nacido para servir...



Señor y Dios nuestro,
que nos mandas valorar
los bienes de este mundo
según el criterio de tu ley,
al celebrar la fiesta
de San Francisco de Borja,
tu siervo fiel y cumplidor,
enseñanos a comprender
que nada hay en el mundo
comparable a la alegría
de gastar la vida en tu servicio.
Por Jesucristo nuestro Señor.

2 de octubre de 2012

San Josemaría y los Ángeles Custodios.



Hoy, 2 de octubre, fiesta de los Ángeles Custodios, se cumplen 84 años de la fundación del Opus Dei. Mons. Alvaro del Portillo, primer sucesor del fundador del Opus Dei, recordaba años atrás, en la entrevista realizada por Cesare Cavalleri, cómo era la devoción de san Josemaría a los Àngeles Custodios, en cuya fiesta Dios le hizo ver el Opus Dei, el 2 de octubre de 1928.

Aprendió de sus padres a tratar al Ángel Custodio. Cuando era seminarista, leyó en un libro de un Padre de la Iglesia que los sacerdotes tienen, además del Ángel Custodio, un Arcángel ministerial. Por eso, desde el día de su ordenación se dirigió a él con gran sencillez y confianza, tanto que decía que estaba seguro de que, si la opinión de ese escritor no fuese correcta, el Señor le habría concedido un Arcángel ministerial, por la fe con que le había invocado siempre.

De todos modos, a partir de la fiesta de los Ángeles Custodios de 1928, nuestro Fundador tuvo por ellos una devoción más intensa. Enseñaba a sus hijos: El trato y la devoción a los Santos Ángeles Custodios está en la entraña de nuestra labor, es manifestación concreta de la misión sobrenatural de la Obra de Dios.

Con la certeza de que Dios ha puesto un Ángel al lado de cada hombre para ayudarle en el camino de la vida, acudía al propio Ángel Custodio en todas las ocasiones, tanto en las necesidades materiales como en las espirituales. En este contexto reconocía: Por años he experimentado la ayuda constante, inmediata, del Ángel Custodio, hasta en detalles materiales pequeñísimos. Por ejemplo, entre los años 1928 y 1940, cuando se le estropeaba el despertador, como no tenía dinero para llevarlo a arreglar, acudía confiadamente a su Ángel Custodio para que le despertase por la mañana a la hora prevista. Nunca le falló. Por eso, le llamaba cariñosamente mi relojerico.

Cuando saludaba al Señor en el Sagrario, agradecía siempre a los Ángeles, allí presentes, la adoración que continuamente prestan a Dios. Le he oído repetir más de una vez: "Cuando voy a un oratorio nuestro donde está el tabernáculo, digo a Jesús que le amo, e invoco a la Trinidad. Después doy gracias a los Ángeles que custodian el Sagrario, adorando a Cristo en la Eucaristía".

Angel de Dios, bajo cuya custodia me puso el Señor
con amorosa piedad,
a mí que soy vuestro encomendado,
alumbradme hoy,
guardadme, regidme y gobernadme.
Amén.