31 de diciembre de 2014

En esta tarde...



En estos últimos momentos del año que hoy termina,

heme aquí, Señor, en el silencio y en recogimiento

para decirte GRACIAS,

para solicitarte: AYUDA,

para implorarte: PERDÓN.

GRACIAS,

Señor por la paz, por la alegría,

por la unión que los hombres, mis hermanos, me han brindado,

por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron.

Por esa mano oportuna que me levanté,

por esos labios cuyas palabras y sonrisa me alentaron,

por esos oídos que me escucharon,

por ese corazón que amistad, cariño y amor me dieron.

Gracias, Señor por el éxito que me estimuló,

por la salud que me sostuvo,

por la comodidad y diversión que me descansaron.

Gracias, señor... me cuesta decírtelo...

por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión,

por el insulto, por el engaño, por la injusticia,

por la soledad, por el fallecimiento del ser querido.

Tu lo sabes, Señor, cuán difícil fue aceptarlo;

quizá estuve al punto de la desesperación,

pero ahora me doy cuenta

que todo esto me acercó más a Ti.

¡Tú sabes lo que hiciste!

Gracias, Señor, sobre todo por la fe

que me has dado en Ti y en los hombres.

Por esa fe que se tambaleó

pero que Tú nunca dejaste de fortalecer

cuando tantas veces encorvado bajo el peso del desánimo

me hizo caminar en el sendero de la verdad

a pesar de la obscuridad.


AYUDA

Te he venido también a implorar

para el año que muy pronto va a comenzar.

Lo que el futuro me deparará, lo desconozco Señor.

Vivir en la incertidumbre, en la duda,

no me gusta, me molesta, me hace sufrir.

Pero sé que Tú siempre me ayudarás.

Yo te puedo dar la espalda. Soy libre.

Tú nunca me la darás. Eres fiel.

Yo sé que me tenderás la mano.

Tu sabes que yo no siempre la tomaré.

Por eso, hoy te pido que me ayudes a ayudarte,

que llenes mi vida de esperanza y generosidad.

No abandones la obra de tus manos. Señor.

PERDÓN

No podría retirarme sin pronunciar

esa palabra que tantas veces,

te debí de haber dicho,

pero que por negligencia y orgullo he callado,

perdón, Señor, por mis negligencias,

descuidos y olvidos, por mi orgullo y vanidad,

por mi necedad y capricho,

por mi silencio y mi excesiva locuacidad.

Perdón, Señor, por prejuzgar a mis hermanos,

por mi falta de alegría y entusiasmo,

por mi falta de fe y confianza en Ti,

por mi cobardía y mi temor en mi compromiso.

Perdón, porque me han perdonado

y no he sabido perdonar.

Perdón por mi hipocresía y mi doblez,

por esa apariencia que con tanto esmero cuido

pero que en el fondo no es más que engaño a mi mismo.

Perdón por esos labios que no sonrieron,

por esa palabra que callé,

por esa mano que no tendí,

por esa mirada que desvié,

por esos oídos que no presté,

por esa verdad que omití,

por ese corazón que no amó

... por ese Yo que se prefirió.

Señor, no te he dicho todo.

Llena con tu amor mi silencio y cobardía.

GRACIAS por todos los que no te dan gracias.

AYUDA a todos los que imploran tu ayuda.

PERDÓN por todos los que no imploran perdón.

Me has escuchado... ahora, Señor, te escucho...

Amen.


17 de diciembre de 2014

8 de diciembre de 2014

PATRONA DE ESPAÑA.


PURÍSIMA CONCEPCIÓN
RUEGA POR NOSOTROS

Ninguno del ser humano
como vos se pudo ver;
que a otros los dejan caer
y después les dan la mano.

Mas vos, Virgen, no caíste
como los otros cayeron,
que siempre la mano os dieron
con que preservada fuiste.

Yo, cien mil veces caído,
 os suplico que me deis
la vuestra y me levantéis
por que no quede perdido.

Y por vuestra concepción,
 que fue de tan gran pureza,
conserva en mí la limpieza
del alma y del corazón,
para que de esta manera
suba con vos a gozar
del que sólo puede dar
vida y gloria verdadera. Amén.


Perdón, Señor.


Danos tu paz, Señor.


Yo también...