13 de octubre de 2008

La Venerable Sor Catalina de San Mateo



Sor Catalina de San Mateo de la Concepción, monja clarisa, nació en Santa María de Guía (Gran Canaria), el día 30 de abril de 1646. Fue bautizada con el nombre de Catalina por haber nacido el día de Santa Catalina de Siena. Hija de María Ugarte y Andrés García de Balboa, tuvo otras dos hermanas ambas también religiosas, una de ellas, monja Bernarda y la otra monja Clarisa, como ella. Admitida para religiosa lega sin dote, por el Padre Provincial y la Abadesa del Convento de San Bernardino de Siena, Sor Catalina ingresó en el Convento el 31 de enero de 1676, tomando el hábito el día 2 de febrero. Desde esta fecha se llamó Sor Catalina de San Mateo de la Concepción. Hizo la profesión perpetua, al año siguiente, el día 3 de febrero. Falleció en olor de santidad, en su convento de Las Palmas de Gran Canaria, el 26 de mayo de 1695. Su fama de santidad, produjo una conmoción en toda la isla, concurriendo una inmensa muchedumbre a su entierro, que la aclamaban como Santa. Para satisfacer la devoción de los fieles, fue preciso tenerla cinco días sin enterrar "durante los cuales derramaba óleo por los pies, lleno de celestial fragancia", según las crónicas de la época. Después de su muerte, dieron lugar multitud de milagros, por lo que en el mes de mayo de 1696, el Padre Provincial de los Franciscanos, Fr. Andrés de Abreu, solicitó al Cabildo Catedral, la "apertura de diligencias concernientes al examen y pruebas de las excelentes virtudes, vida y milagros de esta Sierva de Dios", por tal motivo, se abre un expediente de canonización, siendo obispo de Canarias, Don Bernardo de Vicuña y Zuazo, y Sumo Pontífice, Inocencio XII. Fue tal la fama de santidad de Sor Catalina de San Mateo que llegó hasta la Cámara Real y vecinos de los altos de Guia, Moya y otros rincones de las medianias de Gran Canaria, la escogieron como intercesora ante Dios, llegando a ofrecerse misas pidiéndole fertilidad en los cultivos, salud para las familias y otros favores y beneficios. Actualmente, se ha reiniciado el proceso de canonización de Sor Catalina, después de más de 300 años de haberse iniciado el mismo. Esperemos verla algún día no muy lejano, en la gloria de los altares.
Sor Catalina de San Mateo, ruega por nosotros.

1 comentario:

olga dijo...

no conocía la historia de esta monja canaria,un orgullo.