18 de junio de 2010

Otro Ángel en el cielo.


Esta mañana, sobre las 11:30, mientras el Sr. Obispo y los compañeros sacerdotes disfrutábamos de la Formación Permanente para el Clero impartida por el Padre Jesuita José Mª Fernández Matos, recibíamos una noticia que nos dejaba a todos perplejos.

Ángel Rodríguez, un joven compañero sacerdote, fallecía unas horas antes víctima de un infarto mientras caminaba como cada mañana por el famoso paseo de Las Canteras.

Ángel, “Angelito”, “Ángelo” o “Angelote", como lo llamaba yo cariñosamente, fue el sacerdote que durante tres años, exactamente desde septiembre de 1996 hasta julio de 1999, compartió conmigo y con otros compañeros seminaristas, algunos hoy sacerdotes; el mismo techo, la misma mesa, alegrías, tristezas, esperanzas, ilusiones y un sinfín de cosas más.

Y es que Angelito fue durante mis tres primeros años en el Seminario, el formador de la 1ª etapa denominada Filosofía. Formador, para entendernos, es aquel sacerdote nombrado por el Sr. Obispo para acompañar más de cerca a los seminaristas en su proceso de formación hacia el ministerio sacerdotal.

Jamás pensé, que tan joven y de esta forma, el Señor te fuese a llamar a Su presencia. Y así fue... Desde el silencioso paseo matutino en el bello amanecer de nuestra isla, el Señor te llamó a un nuevo amanecer...Y que cosas tiene la vida hermano..., porque en ese mismo paseo, en el que tú naciste para la Vida Eterna, nací yo, hace casi 33 años, en la Clínica de San José, y también fue viernes...

Desde que nos llegó la triste noticia esta mañana, todo el tiempo ha sido un continuo recordar cosas..., porque etimológicamente hablando, recordar significa "volver a pasar por el corazón", y eso es lo que he hecho durante el día de hoy, pasar por el corazón tantos y tantos recuerdos, anécdotas, vivencias… porque tres años de convivencia Angelito, dan para mucho…

Ahora, esta misma noche, la primera que pasas tú en la Casa del Padre, te pido por nosotros, los sacerdotes jóvenes que estuvimos a tu lado y a tu cargo cuando estábamos en el Seminario. Te recordaré siempre por tu constante insistencia en el estudio y la formación en general; ¡si no estudian ahora, no lo harán nunca! nos decías con tanta frecuencia, y cuánta razón llevabas...

Te pido también por los sacerdotes mayores, que han dado su vida por nuestra Diócesis y por los que vendrán detrás. Intercede por nosotros ante el Padre Eterno, para que seamos fieles en verdad, para que nos gastemos en el servicio a los demás y en la predicación del Evangelio sin reservas ni condiciones.

Gracias Ángel por esos primeros consejos que recibí de ti cuando con apenas 19 años, tímido y desorientado, llegué al Seminario...Gracias por tu paciencia con nosotros, sólo Dios sabe lo que pasaste por cumplir bien tu papel de formador, tarea nada fácil...Gracias por tus correcciones fraternas cuando no hacíamos las cosas con el mejor de los empeños. Gracias por tu risa “estrepitosa” y tus “aspavientos” cuando veíamos alguna película de humor o te contábamos un chiste por muy malo y simplón que fuese, era imposible estar a tu lado… pero aún así, gracias…Gracias por tu sacerdocio, gracias por tu entrega y disponibilidad, gracias por esos años de formación que tanto nos ayudaron.

En fin, Angelito, y sin poder evitar que las lágrimas bajen por mi rostro, te vuelvo a decir esta noche triste para nosotros, pero para tí, la primera noche en la Casa del Padre; gracias, muchas gracias Ángel, y cuando Dios quiera, nos vemos en el Cielo. Descansa en paz hermano.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito y sentido tu "pequeño homenaje " a Ángel. Se nos ha ido un hermano en esta vida, pero lo hemos ganado para el cielo.Que interceda por nosotros. Un fuerte abrazo Norbert.

Anónimo dijo...

Siento mucho Don Norberto la muerte inesperada de su compañero. De esta vida, solo nos llevamos el amor que hemos podido dar a los demás y la entrega desinteresada. Y solo nos quedamos con la esperanza y los recuerdos, esos buenos momentos que hemos pasado con los que se han ido de nuestro lado. Esos quedarán para siempre. Lo demás, de poco nos sirve. Saludos.

Anónimo dijo...

Muy impactante ayer la despedida de D. Ángel. Me impresionó mucho la emoción de tantos sacerdotes, más de 80, cuando salía el féretro por el medio de las dos filas formada por sus compañeros y los aplausos tan sentidos. Mi más sentido pésame a todos. Y felicidade por el artículo y el blog D. Norberto.

Anónimo dijo...

Cada vez me doy más cuenta que cada día es un regalo que el Señor nos da y que no podemos desperdiciar. Que D.E.P. Un fuerte abrazo D. Norberto.

Anónimo dijo...

Mis condolencias más sentidas. Espero que encuentres consuelo sabiendo que tú estás siempre en nuestros pensamientos durante estos momentos difíciles.
Y espero que encuentres paz sabiendo que ahora habrá un ángel más en el paraíso.
Sentimos profundamente tu pena.
Un fuerte abrazo.
jsanbry y familia.

Anónimo dijo...

Tremendamente emotivo tu escrito Norberto. Se nota que lo has escrito desde el corazón. Que Ángel nos ayude desde el cielo. Un abrazo fuerte.