13 de agosto de 2011

Recibimos al Señor en la Eucaristía.





Por respeto a Aquel a quien recibimos en la Sagrada Eucaristía, (y perdón por si alguien se ofende), nunca he estado de acuerdo en que se reciba la Sagrada comunión en la mano. Pero por ahora y mientras la Iglesia lo permita, no me queda otra que seguir viendo como se comulga en la mano y de cualquier manera, sin los menores respetos hacia Jesús Sacramentado. Sobre este tema, hoy me han llegado estas declaraciones de un obispo auxiliar de Kazajistán y creo que merece la pena que leamos.


"Athanasius Schneider tiene 50 años, es ucraniano y desde 2006 ha ejercido como obispo auxiliar en dos diócesis de Kazajistán, una ex república soviética con un 26% de población cristiana, mayoritariamente ortodoxa pero con una pujante comunidad católica.

Recientemente, monseñor Schneider, que es experto en Patrística e Iglesia primitiva, explicó en la emisora de Radio María en el sur del Tirol las diferencias entre la forma de comulgar en la Iglesia primitiva y la actual práctica de la comunión en la mano.

Según afirmó, esta costumbre es "completamente nueva" tras el Concilio Vaticano II y no hunde sus raíces en los tiempos de los primeros cristianos, como se ha sostenido con frecuencia.


En la Iglesia primitiva había que purificar las manos antes y después del rito, y la mano estaba cubierta con un corporal, de donde se tomaba la forma directamente con la lengua: "Era más una comunión en la boca que en la mano", afirmó Schneider. De hecho, tras sumir la Sagrada Hostia el fiel debía recoger de la mano con la lengua cualquier mínima partícula consagrada. Un diácono supervisaba esta operación.


Jamás se tocaba con los dedos: "El gesto de la comunión en la mano tal como lo conocemos hoy era completamente desconocido" entre los primeros cristianos.


Aun así, se abandonó aquel rito por la administración directa del sacerdote en la boca, un cambio que tuvo lugar "instintiva y pacíficamente" en toda la Iglesia. A partir del siglo V, en Oriente, y en Occidente un poco después. El Papa San Gregorio Magno en el siglo VII ya lo hacía así, y los sínodos franceses y españoles de los siglos VIII y IX sancionaban a quien tocase la Sagrada Forma.

Según monseñor Schneider, la práctica que hoy conocemos de la comunión en la mano nació en el siglo XVII entre los calvinistas, que no creían en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. "Ni Lutero", que sí creía en ella aunque no en la transustanciación, "lo habría hecho", dijo el obispo kazajo: "De hecho, hasta hace relativamente poco los luteranos comulgaban de rodillas y en la boca, y todavía hoy algunos lo hacen así en los países escandinavos". (Tomado de "Religión en libertad")

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lamentable la vulgarización del acto que debiera ser el más sublime y sacro que la recibir al mismo Dios sacramentado. Cuando uno lee los sagrados Evangelios se percarta que cada vez que un personaje reconoce que Jesús es Dios se postra en Tierra.

Anónimo dijo...

"Pero por ahora y mientras la Iglesia lo permita, no me queda otra que seguir viendo como se comulga en la mano y de cualquier manera, sin los menores respetos hacia Jesús Sacramentado."

Déjeme que le diga Padre que creo que actualmente la Iglesia permite que si se sabe que puede haber una profanación de la Sagrada Eucaritía el sacerdote puede imponer la recepción de la comunión en la mano. Yo si fuera sacerdote no daría la comunión en la mano en las misas con aglomeraciones, tales como funerales, bodas, o fiestas patronales.

Anónimo dijo...

¿Tiene comulgatorio o reclinatorio su parroquia? Empiece por ahí. ¿Cómo se va mejorar el sacralidad del momento de comulgar si no ponen los medios para ello ?