La proyección de la famosa película-documental, que ha gustado hasta el mas "pintao", ya ha llegado a su fin en la mayoría de los cines de nuestro pais.
Sin duda alguna, ha sido una creación cinematográfica que ha tenido una muy buena aceptación en este último mes y medio, y lo más impactante ha sido que no ha dejado indiferente a nadie, eso, ni al más "pintao", llevando a interrogarse a más de cuatro, sobre la importancia del papel del sacerdote en nuestro secularizado siglo XXI.
Dar las gracias por este documental es poco. Con el tiempo, tocará recoger los buenos frutos que seguro que cosecharemos tras este estreno, después de tantas pruebas por las que ha pasado nuestra Madre la Iglesia en lo que va de año...
Si fui a verla unas cuatro veces, no me hubiese importado volverla a ver de nuevo. Me conmovió de tal manera, que no dejé de recomendarla.
Descubrí que todos estamos llamados a ser Pablo Domínguez, en su entrega, dedicación, generosidad, buen humor,...en su amor a Dios y a los demás.
Descubrí la alegría de ser sacerdote, sacerdote y solo sacerdote... Esa es la verdadera alegría y la razón de nuestro existir.
Gracias Pablo, por tu testimonio de vida, y gracias a tantos y tantos "Pablos anónimos" que con su vivencia del ministerio, manifiestan hoy a nuestro mundo la grandeza y la alegría de ser sacerdote...
1 comentario:
Ha sido un gran documental Don NOrberto. Ya recogeremos los frutos. Los sacerdotes santos, siempre dejan huella en el Pueblo de Dios.Feliz verano. m.j.
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