La Epifanía, es la fiesta de la manifestación de Dios al mundo. Es una manifestación brillante y a la vez universal, es la manifestación de la presencia amorosa de Dios a todos los hombres.
Con la celebración de esta Solemnidad de la Epifanía del Señor, terminan los días que hemos dedicado a recordar y celebrar el nacimiento de Jesús, nuestro Salvador, la Navidad.
Esta Solemnidad que hoy celebramos, es sobre todo, la fiesta de los niños, pero también de todos aquellos que buscan a Dios como los Magos de Oriente. Es, por tanto, un camino de búsqueda de Dios, desde la sencillez de los pequeños.
Con la liturgia de este día, nos dirigimos a nuestro Señor diciéndole: “Señor, tú que en este día revelaste a tu Hijo unigénito a los pueblos gentiles, por medio de una estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe poder contemplar un día, cara a cara, la hermosura infinita de tu gloria”. Amén.
1 comentario:
magos también nos dan una lección de humildad. En su sabiduria, aceptan seguir una inspiración que no saben bien donde les llevará. No dudan. Abren sus corazones y encuentran la luz. Reconocen la realeza y dignidad del niño que ven y le adoran, para volverse callados a su origen. Creo hay una buena meditación para contemplar. Sabios que saben reconocer la luz. Gracias por su post y tan bella foto.
Publicar un comentario