Hace unos días, un amigo sacerdote me envió esta breve reflexión que escuché hace mucho tiempo y que hoy comparto con todos vosotros. Tal vez nos ayude a descubrir que en muchas ocasiones con nuestra forma de comportarnos seremos la única Biblia que la gente pueda leer.
"Un capellán se aproximó a un soldado herido en medio del campo de batalla y le preguntó:
+ ¿Quieres que te lea la Biblia?
- Primero dame agua, que tengo sed. Respondió el soldado malherido.
El capellán le dio el último trago de su cantimplora, aunque sabía que no había más agua en kilómetros a la redonda.
+ ¿Ahora?, preguntó de nuevo.
- Primero dame de comer, le suplicó el soldado.
El capellán le dio el último mendrugo de pan que atesoraba en su mochila.
- Tengo frío, fue el siguiente clamor.
Y el hombre de Dios se despojó de su abrigo de campaña pese al frío que lo calaba y cubrió al lesionado.
- Ahora sí, le dijo el soldado al capellan. Háblame de ese Dios que te hizo darme tu última gota de agua, tu último mendrugo de pan, y tu único abrigo. Quiero conocerlo en su bondad".
4 comentarios:
buena reflecion,en lo que uno hace podemos mostrar tabien a cristo ,si tan solo la bondad lograra estar en cada persona el mundo seria otra cosa .el amor ,la bondad es esencial el amor e entrega hacia los demas.erick alberto aedo carrasco chile..chillan 8 region
¡Que belleza! ¡Gracias!
Realmente hermoso Padre. Muy bonito su blog. Abrazo.
JESÙS descubriendosè para el Sacerdote.Lindo.!DIOS le pague! padre.
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