Venid y vedme hoy aquí:
¿Hay dolor cual mi dolor
cuando a mi Dios y Señor
en la Cruz sufriendo vi?
Mil veces con él morí,
pues, siendo mi Redentor,
era mi niño, mi amor,
a quien, virgen, concebí.
Al ser tanta nuestra unión,
su dolor mi dolor fue,
y su muerte mi pasión,
porque al tiempo le lloré
con llanto del corazón
y con lágrimas de fe.
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