Hoy, con la celebración del Miércoles de Ceniza, comienza la Santa Cuaresma, un tiempo de gracia y de conversión. Es este, un tiempo litúrgico que nos invita a volvernos a Dios, a llenarnos de Él. Es un tiempo de reflexión, oración, meditación, para saber descubrir lo esencial en nuestra vida de cristianos, para vivir libres, ser libres de verdad y en la Verdad, evitar los apegos a personas y a cosas, tener un gran dominio de sí y emprender actividades apostólicas para llevar el mensaje de Cristo a todos. Es un tiempo de austeridad y de desprendimiento encaminado a dar vida. El tiempo cuaresmal, es como unos grandes ejercicios espirituales para toda la Iglesia. No desaprovechemos el tiempo. Sólo Cristo nos desvela quienes somos. Sólo Él puede darnos la felicidad verdadera. Unidos a Cristo, unidos a nuestra Madre la Iglesia. Que tengamos todos una santa y provechosa Cuaresma.
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