28 de marzo de 2011
Que se vea que la queremos...
Un día como hoy, 28 de marzo, pero de 1925, casi nada, en Zaragoza, fue ordenado sacerdote San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz a la cual pertenezco. Ante este aniversario, os invito a ver la siguiente tertulia de San Josemaría con sacerdotes a comienzos de los años 70, en donde invitaba a tratar y a querer a la Santísima Virgen mediante el rezo del Santo Rosario. Eso, que se vea que la queremos...
25 de marzo de 2011
"Jaire, Maria, Kejaritomene".
Estas son las palabras con las que el arcángel San Gabriel saludó a María en el momento de la Anunciación. "Jaire, Maria, Kejaritomene" (¡Alégrate, llena de Gracia!). "Kejaritomene", es la forma femenina griega del Participio de "Parakeimenos", tiempo igual al Presente Perfecto del verbo griego "Jaritoomai" (me llenó de Gracia).
Y esta es la fiesta que hoy celebramos, en medio de este tiempo de Cuaresma; la solemnidad de la Encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María. Esta fiesta, es el centro de nuestra fe, en la que se revela la gloria de la Trinidad y su amor por nosotros: «La Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria» (Jn 1, 14). «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único» (Jn 3,16). «En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él» (1 Jn 4,9). En los textos de Juan comprendemos cómo la revelación de la gloria trinitaria de la Encarnación es una semilla de vida divina puesta para siempre en el mundo y en el corazón de los hombres. Dice Pablo en la Carta a los Gálatas: «Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva. La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios» (Gál 4,4; Rom 8,15). El Padre, el Hijo y el Espíritu están presentes, por tanto, y actúan en la Encarnación para que participemos en su misma vida. «Todos los hombres, dice el Vaticano II, son llamados a esta unión con Cristo, luz del mundo, de quien procedemos, por quien vivimos y hacia quien caminamos». (Lumen gentium). Y san Cipriano, la comunidad de los hijos de Dios es «un pueblo de la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» (De Orat Dom, 23).
21 de marzo de 2011
There be dragons.
El próximo 25 de marzo en nuestro país, será el estreno de la película “There be dragons” (Encontrarás dragones) escrita y dirigida por Roland Joffé, director de “La Misión” y “Los gritos del silencio”.
“Encontrarás dragones”, es un relato en el que intervienen revolucionarios, soldados y hombres de Dios en el terrible escenario de la Guerra Civíl Española y tiene como uno de los protagonistas principales a San Josemaría Escrivá, fundador de Opus Dei, interpretado por Charlie Cox.
Presenciamos una historia de amor y de heroísmo que se desarrolla en medio de un ambiente dominado por los celos, el odio y la violencia; un drama desgarrador que muestra como el perdón puede romper las cadenas del pasado.
“Encontrarás dragones”, habla, precisamente, de esas amenazas que pueden surgir en nuestras vidas en cualquier momento de oscuridad; como son estos tiempos presentes o como fueron los de la Guerra Civil. Ayer, como hoy, el odio, el miedo, la culpa, la venganza, la traición, ¡la guerra!, son los dragones; la esperanza, el valor, el perdón, la redención, la fe, ¡el amor!, las armas para derrotarlos.
Roland Joffé nos dice en una entrevista: «Es una película sobre creyentes y no creyentes. Quedé profundamente impresionado por la convicción de San Josemaría de que todos somos santos en potencia, por su fe en que cada quién es, en última instancia, capaz de acabar con sus propios dragones. Espero que la gente que vea la película lo descubra en sus propias luchas, con sus dragones y que comprendan que ningún santo ha llegado a serlo sin haber luchado».
Cuando alguien se atreve a realizar una película con fundamentos sólidos de perdón y amor y al descubrir tanto bien que hay repartidos por el mundo, es bueno sacarlos a la luz.
“There be dragons”… sobre las cosas que se hacen para encontrar sentido a la vida. Es una película que recuerda el valor de la amistad y del perdón.
19 de marzo de 2011
Guardián de Jesús, esposo de María.
"San José, guardián de Jesús y casto esposo de María,
tu empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber,
tu mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret
con el trabajo de tus manos.
Protege bondadosamente a los que recurren confiadamente a ti.
Tu conoces sus aspiraciones y sus esperanzas.
Se dirigen a ti porque saben que tu los comprendes y proteges.
Tu también conociste pruebas, cansancio y trabajos.
Pero, aun dentro de las preocupaciones materiales de la vida,
tu alma estaba llena de profunda paz y cantó llena de verdadera alegría
por el íntimo trato que goza con el Hijo de Dios,
el cual te fue confiado a ti a la vez que a María, su tierna Madre. Amén."
(Juan XXIII)
9 de marzo de 2011
Un camino hacia la Pascua.
Hoy, con la celebración del Miércoles de Ceniza, comienza la Santa Cuaresma, un tiempo de gracia y de conversión. Es este, un tiempo litúrgico que nos invita a volvernos a Dios, a llenarnos de Él. Es un tiempo de reflexión, oración, meditación, para saber descubrir lo esencial en nuestra vida de cristianos, para vivir libres, ser libres de verdad y en la Verdad, evitar los apegos a personas y a cosas, tener un gran dominio de sí y emprender actividades apostólicas para llevar el mensaje de Cristo a todos. Es un tiempo de austeridad y de desprendimiento encaminado a dar vida. El tiempo cuaresmal, es como unos grandes ejercicios espirituales para toda la Iglesia. No desaprovechemos el tiempo. Sólo Cristo nos desvela quienes somos. Sólo Él puede darnos la felicidad verdadera. Unidos a Cristo, unidos a nuestra Madre la Iglesia. Que tengamos todos una santa y provechosa Cuaresma.
8 de marzo de 2011
Jesucristo lo provee todo.
"Si mirásemos cuán grande es la misericordia de Dios, nunca dejaríamos de hacer bien mientras pudiésemos: pues que, dando nosotros por su amor a los pobres lo que él propio nos da, nos promete ciento por uno en la bienaventuranza. ¡Oh, bienaventurado logro y usura! ¿Quién no da lo que tiene a este bendito mercader, pues hace con nosotros tan buena mercancía y nos ruega, los brazos abiertos, que nos convirtamos y lloremos nuestros pecados, y hagamos caridad primero a nuestras ánimas y después a los prójimos? Porque así como el agua mata al fuego, así la caridad al pecado.
Son tantos los pobres que aquí se llegan que yo mismo muchas veces estoy espantado cómo se pueden sustentar, mas Jesucristo lo provee todo y les da de comer. Como la ciudad es grande y muy fría, especialmente ahora en invierno, son muchos los pobres que se llegan a esta casa de Dios. Entre todos, enfermos y sanos, gente de servicio y peregrinos, hay más de ciento diez. Como esta casa es general, reciben en ella generalmente de todas enfermedades y suerte de gentes, así que aquí hay tullidos, mancos, leprosos, mudos, locos, paralíticos, tiñosos, y otros muy viejos y muy niños, y, sin estos, otros muchos peregrinos y viandantes, que aquí se allegan, y les dan fuego y agua, sal y vasijas para guisar de comer. Para todo esto no hay renta, mas Jesucristo lo provee todo.
De esta manera estoy aquí empeñado y cautivo por solo Jesucristo. Viéndome tan empeñado, muchas veces no salgo de casa por las deudas que debo, y viendo padecer tantos pobres mis hermanos y prójimos, y con tantas necesidades así al cuerpo como al ánima, como no los puedo socorrer, estoy muy triste, mas empero confío en Jesucristo; que el me desempeñará, pues él sabe mi corazón. Y así. digo que maldito el hombre que fía de los hombres, sino de solo Jesucristo; de los hombres has de ser desamparado, que quieras o no; mas Jesucristo es fiel y durable, y pues que Jesucristo lo provee todo, a él sean dadas las gracias por siempre jamás. Amén." (De las cartas de San Juan de Dios, 1495-1550).