Santo Tomás de Aquino, conocido también como el Doctor Angélico, es el filósofo escolástico de mayor trascendencia y uno de los más importantes filósofos cristianos de todos los tiempos, nació en Roccasecca (cerca de Aquino, Italia) en 1224. Tras realizar sus primeros estudios en el monasterio benedictino de Monte Cassino y en la Universidad de Nápoles, ingresó con veinte años de edad en la orden de dominicos. Marcha a París y allí estudia con San Alberto Magno, quien será su maestro.
Tomás era de cuerpo grande y solía presenciar las clases desde los últimos lugares, tomando apuntes y permaneciendo en silencio. Sus compañeros lo llamaban "el buey mudo", y según cuenta la tradición, San Alberto Magno dijo al respecto: “este buey mudo un día llenará al mundo con sus bramidos”, y por la bastedad y la repercusión de sus escritos, podemos decir que así fue.
En 1252 retornó a París para graduarse como Maestro de Teología. Enseñó en París entre 1256 y 1259, y continuó luego con esta labor en distintas ciudades italianas. Se estableció nuevamente en París en 1269 y en 1272, retornó a Nápoles. Redactó mientras tanto sus dos obras fundamentales: la Suma contra gentiles y la Suma teológica.
Murió en el año 1274, mientras viajaba al Concilio de Lyón, en el monasterio cisterciense de Fossanova.
Entre sus obras encontramos los Comentarios a Aristóteles, La Suma Teológica (su obra más extensa) es una presentación completa y simplificada de su pensamiento en Teología. La Suma contra gentiles, es una fundamentación más profunda de los temas tratados. Entre las cuestiones disputadas se destacan De Veritate y De Potencia.
Al mismo tiempo, sus demostraciones de la existencia de Dios, conocidas como "Las Cinco Vías", han tenido a lo largo de estos siglos, una trascendencia enorme.